El martes volvió de nuevo a Jerusalén y trabajó intensamente durante todo el día, enseñando su doctrina y sosteniendo fuerte disputas con fariseos escribas y herodianos. Ese día por la tarde, los pontífices tomaron la determinación de prenderle y darle muerte.Después de esto Jesús decidió ir a Betania.
El miércoles Jesús permaneció en Betania con sus apóstoles en casa de la familia de Lázaro, Marta y María. Judas muy probablemente iría a Jerusalén a comprar el cordero que habían de sacrificar el día siguiente, y aprovechó esta salida para pactar la venta e Jesús por treinta monedas.Jesús se preparó para el sacrificio que había de ofrecer en dos días a su Padre para la salvación del mundo. A la vez sus enemigos se prepararon para desahogar contra Jesús todo el odio de sus corazones.
El jueves en la tarde, subió a Jerusalén, celebró la cena pascual, instituyó la Sagrada Eucaristía y el Sacerdocio católico y después se fue a orar al huerto. Sobre la media noche, Judas consuma su traición.
El viernes fue interrogado por Herodes y Pilato, luego azotado, coronado de espinas, condenado a muerte y crucificado, murió a las tres de la tarde y llevado al sepulcro antes de ponerse el sol.
El domingo resucitó glorioso y triunfante.